Desde 2019, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ha participado en 2,823 obras públicas, actualmente trabaja en 441, entre obras civiles y militares. Si bien la ley lo permite y no es algo ajeno a los sexenios anteriores, bajo el mando del gobierno actual el ejército ha construido 3 veces más que en otras administraciones. la pregunta es ¿Afecta al sector de la construcción que el ejército haga obras públicas?

Ante esta situación distintas instituciones han hecho publicas sus preocupaciones. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) identifica 5 principales desventajas: opacidad en el uso de recursos presupuestales, falta de transparencia en sus convenios de colaboración, irregularidades en la gestión de recursos, reserva de información por razones de seguridad nacional y opacidad en las subcontrataciones.

Y es que es cierto que al manejar distintas obras como «asunto de seguridad nacional» el ejercito se exenta de rendir cuentas y hacer pública la cantidad de recursos utilizada y como fue utilizada. Debido a esto, los representantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) a nivel nacional y en los estados de Yucatán y Morelos, también expresaron sus preocupaciones.

Raúl Asís Monforte González de la CMIC Yucatán habló sobre la desigualdad con la que el ejército «compite» contra las empresas privadas, ya que el ejército no rinde cuentas, paga impuestos, y no se sabe las condiciones con las que subcontratan a sus trabajadores. Armando Núñez Iragorri de la CMIC Morelos, también denuncio estas mismas situaciones.

La gran Constructora de México

El ejercito se ha vuelto la gran constructora de México, lo cual también afecta a la derrama económica; Enrique Díaz Infante, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) afirma que esta situación no solo afecta la generación de empleos, sino también la utilización de insumos y la perdida de trabajo para micro, pequeñas y medianas empresas.

Además de todo esto, al volverse un agente económico relevante en el sector de la construcción, el ejército debería atenerse a las reglas de competencia económica según dice Enrique Díaz.

¿Militarización?

Todo esto levanta una bandera roja más. José Ramón Cossío, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, opinó de que «se han ido otorgando un número creciente de actividades a las fuerzas armadas» y que esto pareciera ser un proceso de militarización.

Ante estos rumores de militarización que no solamente el ministro ha hecho, el presidente habló en una de sus conferencias «mañaneras» al principio de este año. El presidente reveló que ante el desaste en tema de corrupción que se encontró en prácticas de las constructoras, se prefirió encomendar al ejército algunas tareas de construcción.

Así también el presidente rechazó la idea de militarización y enfatizó que solo se esta apoyando de instituciones fundamentales del Estado como la SEDENA y que esta decisión se tomó para contrarrestar la corrupción previa en este sector.

Lo que es cierto, es que el que el ejército haya tomado tantos proyectos de construcción civil es un golpe para los empresarios de la industria de la construcción.

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